Copenhague es una ciudad pensada para
recorrer a pie o en bicicleta. De hecho
fue la primera urbe europea en tener una calle peatonal. Claro que hay
autobuses y trenes turísticos, pero a no
ser que llueva recomendamos caminar por las calles, plazas, parques y canales, disfrutar del ambiente de la ciudad, de la tranquilidad de sus gentes y sentir la naturaleza.
Plaza
del Ayuntamiento (Radhuspladsen). Proponemos este punto para iniciar la ruta
turística por Copenhague En un amplio espacio se concentran el edifico del
Ayuntamiento del cual se puede visitar el reloj astronómico y la torre, y el
majestuoso Hotel Palace. Nos llamó la atención un gran termómetro situado en
una esquina cuyos valores térmicos son de 20 grados a -20 grados. Así que con
esta medición os haréis una idea de la temperatura máxima y mínima que pueden
alcanzar. En lo alto del termómetro hay dos figuras femeninas, si hace bueno
aparece una chica en bicicleta y si hace malo con paraguas.
Calle
Stroget.
Desde la plaza del ayuntamiento sale una de las calles peatonales más largas
del mundo. Cambia de nombre varia veces (Frederiks berggade, Nygade, Vimmelskaftet, Amagertorv y Ostergade)
y finaliza en Kongens Nytorv. Está repleta de cafés con terrazas, tiendas de
artesanía, tiendas de lujo, dos encantadoras plazas con la “fuente de las
cigüeñas” y la fuente de “la caridad” y un peculiar pasaje llamado Jorcks Passage. Merece la pena
detenerse en la Iglesia del Espíritu Santo, la Iglesia de San Nicolás y admirar
la única casa que se conserva de la época medieval. A nosotros nos encantó.
Perdimos la cuenta las veces que paseamos por esta calle.
Nyhavn o nuevo puerto es un
canal construido en el siglo XVII para que Copenhague tuviera acceso al mar.
Actualmente es un animado barrio repleto de terrazas por las cuales todavía se
puede ver algún marinero. Lo más notorio son las coloridas casas y los barcos
que permanecen en este lugar de forma permanente. El mismo Christian Andersen
vivió un tiempo en este canal. Desde aquí se puede contratar alguna excursión
para ver la ciudad desde el agua.
Plaza
de Amalienborg.
Es la plaza más importante de Copenhague ya que en ella se encuentran situados
cuatro palacios del siglo XVIII. En el centro se sitúa la estatua ecuestre de
Frederik V el cual fundó esta parte de la ciudad. Uno de los palacios alberga
un museo llamado Amalienborg y en él podréis admirar salones, mobiliario y
enseres de la dinastía real.
El palacio de Christian IX es actualmente la
residencia de la reina, y cuando ella se encuentra dentro del palacio se realiza
el ceremonioso cambio de guardia. Pues mira, casualmente hemos tenido suerte y
nos ha honrado con su presencia.
Cerca de la plaza de Amalienborg se encuentra
la Iglesia Marmokirken, ¿no se
parece a la Iglesia de San Pedro de Roma? Pues sí, guarda cierta similitud. Y
también podéis subir a su parte alta.
Iglesia de Sant Alban (St Alban's Church). Nuestra siguiente parada será admirar esta iglesia anglicana construida a finales del
siglo XIX en estilo neogótico. Comúnmente se la conoce con el nombre de Iglesia
inglesa, ya que fue construida en honor de San Alban el primer mártir de Gran
Bretaña y para dar culto a la población inglesa que se asentaba en la ciudad.
Al lado de la iglesia se encuentra la Fuente Gefion y la entrada a nuestra siguiente visita. La ciudadela.
Al lado de la iglesia se encuentra la Fuente Gefion y la entrada a nuestra siguiente visita. La ciudadela.
Kastellet o ciudadela es una
fortificación construida en 1626 para usos militares y defensivos. Tiene forma
de estrella y está rodeada de canales. Hoy en día se ha convertido en un
agradable parque en el que todavía reside algún militar. En el recinto podremos
ver cañones y un precioso molino de viento. Lo mejor, relajarse y disfrutar del
parque.
La
Sirenita.
Justo al lado del Katellet nos encontramos con la estatua de la bella y
melancólica Sirenita. La pobre ha sufrido mil percances y la mayor parte de su
cuerpo ha sido sustituido en más de una ocasión. Sobre todo la cabeza. La
mayoría de la gente se espera que la estatua sea más grande, pero no sé, a
nosotros nos pareció que el tamaño era el apropiado. Los niños podrán sentirse
orgullosos de ver de cerca de la famosa protagonista del cuento.
Castillo
de Rosenborg.
Construcción de estilo renacentista neerlandés en el año 1606 por el Rey
Cristian IV, para ser usada durante los meses de verano. Eso queda patente en
sus amplios y bonitos jardines, así se conoce al castillo como “el jadrín del
rey”. Los daneses aprovechan el buen tiempo para tumbarse al sol y hacer
pic-nic en este lugar. El castillo es
llamativo por el ladrillo rojo que contrasta con el color verde de sus torres
(dentro hay un museo).
El interior de los jardines esconde un
precioso jardín botánico
(Gothersgade). Es un gran invernadero blanco de hierro forjado con plantas de
todo el mundo. Lo más bonito es que se puede subir a su cúpula situada a 5
metros. Es una visita que gusta a toda la familia, y es gratuito. Además en
este parque dispone de áreas de juego para los niños.
Tívoli. Dejamos para el
final la visita a este antiguo parque de atracciones, no porque sea lo menos importante,
sino porque nos recomendaron acudir al atardecer (de hecho la entrada de 11 a
13 horas es más barata). Con la caída del sol, las miles de bombillas que
rodean los edificios se encienden otorgando un ambiente mágico y algo nostálgico al lugar. La pena es que por aquella época nuestra cámara de fotos no era muy buena…y solo pudimos sacar una instantánea decente.
Abrió sus puertas en el año 1843 y aunque
muchas atracciones se han reformado, han sabido mantener su origen. No os podéis
perder una atracción que consiste en romper platos de porcelana con bolas. Es
la única de todo el parque que se ha mantenido. Admirar todos los detalles, son
originales del siglo XIX.
En el recinto hay bares, restaurantes, puestos de algodón de azular, escenarios para espectáculos, pequeños lagos y puentes…en fin, el lugar perfecto para disfrutar toda la familia. Otra cosa es el precio, ya os adelantamos que barato no es. La entrada al parque es de 99 DKK para mayores de 8 años, los niños menores de 7 años tienen la entrada gratuita. Pero en este precio no están incluidas las atracciones. Se pagan aparte.Los viernes hay espectáculos de música y los sábados fuegos artificiales. Como curiosidad contaros que el parque Tívoli fue creado por Georg Carstensen que convenció al rey Chistian VIII diciendo que cuando la gente se divertía no pensaba en política. Más información aquí.
En el recinto hay bares, restaurantes, puestos de algodón de azular, escenarios para espectáculos, pequeños lagos y puentes…en fin, el lugar perfecto para disfrutar toda la familia. Otra cosa es el precio, ya os adelantamos que barato no es. La entrada al parque es de 99 DKK para mayores de 8 años, los niños menores de 7 años tienen la entrada gratuita. Pero en este precio no están incluidas las atracciones. Se pagan aparte.Los viernes hay espectáculos de música y los sábados fuegos artificiales. Como curiosidad contaros que el parque Tívoli fue creado por Georg Carstensen que convenció al rey Chistian VIII diciendo que cuando la gente se divertía no pensaba en política. Más información aquí.
¿QUE
MAS PUEDEN HACER LOS NIÑOS?
A parte de disfrutar de los parques, el
cambio de guardia, un paseo en barco y subir en todas las atracciones del
Tivoli, Copenhague permite de disfrutar de otras actividades que podréis programar
en función de los días que os quedéis en la ciudad.
Visitar
el museo de Hans Christian Andersen, situado en la plaza del ayuntamiento. Los más
pequeños podrán aprender algo más sobre la vida de este escritor de cuentos
mediante habitaciones totalmente decoradas. Los niños menores de 4 años tienen
entrada gratuita. Más información aquí.
Reponer
fuerzas en la pastelería más antigua de Dinamarca. Se llama La Glacé y
se encuentra en la calle Skoubogade (perpendicular a la calle Stroget). Tartas y chocolates la combinación
perfecta para los niños y no tan niños.
Fotografía de Conditori La Glace
Entrar
en la tienda Lego,
situada en Vimmelskaftet (una parte de la calle Stroget). Como en todos los
establecimientos de esta marca los niños tienen un zona con piezas para
construir. Debéis saber que la primera fábrica de Lego está en Dinamarca,
concretamente en Billund y justo al lado se encuentra Legoland Billund, el
primer parque de atracciones que Lego abrió en el mundo.
Foto de Lego Store Copenhague
Visitar
el Zoo,
que fue construido en 1859 siendo así uno de los más antiguos de Europa. Merece
la pena ver la Casa de Elefantes y observar el oso polar. El recinto dispone de
zona de juegos con columpios y una granja. Está situado en Roskildevej 32, 2000
Frederiksberg. Más información aquí.
Museo
del Circo.
Un poco más alejado del centro se halla el Circus Museum donde los niños podrán
probarse trajes de payaso mientras recorren el mundo mágico del circo,
demuestran sus habilidades y disfrutan con actuaciones. Se encuentra en
Hovedprten. Más información aquí.
PREPARACION
DEL VIAJE
Aeropuertos. Lo normal es que el
vuelo llegue al aeropuerto de Copenhague-Kastrup situado a 8 km del centro de
la ciudad. Para trasladaros hasta el centro de Copenhague podréis hacer uso del
metro o tren. Los dos tardan unos 15
minutos y cuestan 36 DKK. El autobús 5A sale de la Terminal 3 y tiene el mismo
precio.
Alojamiento. Aconsejamos
alojaros en el centro de la ciudad sobre todo si viajáis con niños. Los más
pequeños podrán descansar a medio día si así lo necesitan. Además, el transporte
público en Copenhague es caro, se paga por un sistema de zonas. Cuanto más
lejos del centro esté situado el hotel, más caro será el billete. En nuestro caso nos alojamos en el Hotel Scandic Webers, situado a escasos cinco minutos del Tívoli y del Ayuntamiento.
Como
moverse por la ciudad.
Como ya os hemos adelantado la ciudad está pensada para ir a pie o en
bicicleta. Es increíble la cantidad de bicicletas que hay en esta ciudad. Hay
una web danesa que propone juegos en bicicleta para los niños (pincha aquí). Si el tiempo lo permite es recomendable
alquilar una, hay más de 100 puntos de alquiler (más información aquí ). La más popular es la situada
en la estación de ferrocarril central, justo al lado de la Plaza del
Ayuntamiento. Si los niños son muy pequeños podéis alquilar las bicicletas llamadas “cargo” con un gran carro en el que pueden ir cómodamente sentados. En la página Visitdenmark os detallan
excursiones para realizar en familia. De esta página
hemos sacado esta fotografía tan curiosa. Lo resume todo.
Fotografía de Visitdenmark |
Si os alojáis lejos del centro lo mejor es sacar
la llamada Copenhagen Card con la
que podréis utilizar los medios de transporte de forma ilimitada e incluye
entradas a museos y atracciones (por ejemplo a los jardines del Tívoli). Hay cuatro tipos: de 24 horas, 48 horas, 72 horas y 120
horas. Los niños tienen precio reducido. Más información aquí.
Otra opción es comprar un bono llamado
Klippekort que os dará la posibilidad de viajar en un número determinado de
zonas.
NUESTRA RUTA
ENLACES DE INTERÉS
Página turismo de Copenhague: VisitCopenhagen
Guía de turismo de Copenhague: Conpenhagueinfo
Página Oficial turismo Dinamarca:
Visitdenmark
Gracias por visitar Trotajoches!!!!
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