27.6.16

Riviera Maya con niños: recorriendo Ek Balam.

La cultura Maya siempre nos ha fascinado, así que tener la oportunidad de contemplar grandes templos como en Chichen Itzá fue realimente emocionante. Pero si viajas con niños (o sin) y queréis disfrutar al máximo recorriendo sin restricciones una ciudad maya, os recomendamos visitar Ek Balam.


Son unas ruinas poco frecuentadas por los turistas, situadas en medio de la selva, sin puestos ni vendedores de souvenirs. Los únicos seres que habitan en su interior son una manada de perros. Es  muy gracioso subir el templo y encontrarte a uno tumbado plácidamente en medio de los escalones.
Lo mejor de todo es que durante nuestra visita podremos subir y entrar en todas las edificaciones. Los niños se lo pasan en grande, para ellos es toda una aventura.


Ek Balam se encuentra situado a 30 km de Valladolid y dispone de parking gratuito.  Al bajar del coche ya vimos que todo era diferente. El camino de acceso hasta las taquillas estaba sin asfaltar. Empieza la aventura.


Resulta que esta ciudad ha permanecido escondida en la selva hasta el año 1984, lo que significa que estamos ante las últimas ruinas descubiertas en Yucatán. La verdad es que resulta asombroso ver como la vegetación puede llegar a ocultar edificios de tal magnitud.


Ek-Balan significa “Jaguar Negro” y en su día fue la capital del imperio Tah, llegando a albergar en su interior a unos 14 mil habitantes. Actualmente solo queda en pie una pequeñísima parte de lo que fue, pero nos basta para conocer un poco su cultura, la organización y la forma de vida. 


El recinto está rodeado por dos murallas de piedra y tiene 45 estructuras distribuidas en dos plazas: norte (central) y sur.

Nuestra visita comienza por el ARCO MAYA que era la puerta de entrada a Ek Balam. Nada más pasar esta estructura nos fijamos en la acrópolis y como teníamos tantas ganas de poder escalar una pirámide nos fuimos corriendo.

Arco Maya
El ACRÓPOLIS está situado en la plaza norte y con sus 31m de altura, 160 m de largo y 17m de ancho puede presumir de ser el edificio más grande aún en pie de la Península de Yucatán. En su interior se encontro la tumba de Ukit kan Le`k Tok`. 


Nos llamó mucho la atención la estructura, totalmente diferente a lo que habíamos visto hasta ese momento. El edificio tiene 6 niveles y por el momento se han encontrado unas 40 habitaciones en las cuales vivían los gobernantes de la ciudad. 


Durante el ascenso podemos detenernos en las terrazas cubiertas por techos de paja. Son un museo al aire libre, repletas de pinturas y esculturas, siendo las más llamativas unas figuras humanas con alas parecidas a un ángel, que se cree daban protección al rey. Y cuando llegamos arriba, la recompensa: una espectacular vista de la selva.

                            
Ni que decir tiene que hay tener mucho cuidado, tanto al subir como al bajar (sobre todo si vais con  niños). Los escalones son muy irregulares, así que no se os olvide llevar calzado adecuado, nada de chanclas de piscina ni calzado playero.

Después de sentirnos auténticos exploradores nos dirigimos hacia la plaza sur donde están situados los demás edificios de interés: el PALACIO OVAL, donde se cree que residía la nobleza y el JUEGO DE PELOTA.

Palacio Oval
Juego de Pelota
LAS GEMELAS son dos pirámides pequeñas prácticamente iguales. Si viajáis con niños muy pequeños que no se han atrevido a subir a la gran Acrópolis, esta será su oportunidad para escalar una edificación Maya.

Las Leyendas
Al parecer hay estructuras que todavía siguen cubiertas de vegetación, así que puede que los futuros turistas tengan la oportunidad de disfrutar de nuevos edificios. 


Ek Balam está abierto todos los días en horario de 8:00 a 17:00 horas. El precio para 2016 es de 123 pesos, los mejicanos con identificación pagan 64 pesos. Dada la cercanía con Chichen Itzá, recomendamos visitar estas ruinas el mismo día.
✓ BAÑO EN UN POZO MÁGICO

Y ya que estamos aquí, ¿Por qué no nos bañamos en un cenote? Pues dicho y hecho. A tan solo 20 minutos de Ek Balam está situado el Cenote Hubiku, uno de los más bonitos de la Peníncula de Yucatán.


El vocablo maya que ha originado esta palabra es tz’onot que significa abismo, y para los indígenas era un lugar sagrado que proporcionaba uno de los elementos necesarios para poder subsistir: el agua. Así que es de imaginar que aquí se realizaran rituales y ceremonias. De hecho se siguen haciendo, de otra manera más adaptada a nuestros tiempos, pero ritual sagrado al fin y al cabo.


Los cenotes son pozos que absorben el agua de lluvia y queda almacenada en su interior gracias al suelo calcáreo que predomina en esta parte del mundo. El caso es que hay cuevas subterráneas llenas de agua, repletas de peces y vegetación. Si estáis interesados en ver estas maravillas recomendamos contratar un guía experto.

Lo que más nos gustó fue el color del agua, tan azul y cristalina. Eso sí, está muy fría. Después de tres días bañándonos en las cálidas aguas del mar Caribe, uno mete el dedo del pie y parece que vamos a terminar congelados.


Es una gran experiencia que recomendamos hacer al menos una vez en la vida.

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GRACIAS POR VISITAR TROTAJOCHES !!!!

2 comentarios:

  1. Maravilloso viaje!!!
    Aquí tienes a una fan absoluta del pueblo maya, me fascina! Y que decir de México, me parece un país mágico!
    Gracias por mostranos Ek Balam, sin duda se nota que no está tan masificado como otras ruinas mayas.
    ¡Me lo apunto para futuros viajes a México! Qué es un país al que siempre que voy, estoy deseando regresar. :)

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    Respuestas
    1. Hola Con mi Madrina!!!!!!

      La verdad es que México nos sorprendió mucho, lo tiene todo; playas, buena comida, gente amable y la enigmática cultura maya. Pero pasear por Ek Balam fue una de las mejores vivencias que nos ofreció ese gran país. Te lo recomiendo !!!!
      Muchas gracias por tu comentario, me encanta verte por aquí.

      Un abrazo,
      Alicia.

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