11.6.19

Balneario Széchenyi con niños: información y consejos.

Budapest tiene más de 100 manantiales de agua termal, hecho que ha propiciado que se denomine como la “ciudad de los balnearios”. Con este panorama lo normal es aprovechar la estancia para sumergirse en esas piscinas calentitas y a ser posible ir a un balneario de renombre, como el Széchenyi.
En este post vamos a proporcionar toda la información necesaria para realizar la visita con niños, consejos y sobre todo, nuestra valoración personal, que dicho sea de paso, no es del todo buena.


✎ DÓNDE ESTÁ SITUADO


El balneario Széchenyi está situado en el interior del Parque Városliget, detrás de la Plaza de los Héroes.

Para llegar hasta el balneario hay que coger la línea de metro amarilla M1 y bajarse en Széchenyi fürdő.

Al salir de la estación de metro encontraréis el estiloso edificio neogótico inaugurado en el año 1913. Muy elegante, hecho que queda patente nada más atravesar la puerta y nos situamos en el hall principal. Creo que lo que más nos llamó la atención fue el techo. 


✎ HORARIO DEL BALNEARIO SZÉCHENYI 


El balneario está abierto desde las 6.00 de la mañana hasta las 22:00 horas.

A nosotros nos apetecía mucho ir por la tarde y quedarnos hasta que se hiciera de noche para ver todo iluminado. Pero leímos en varios foros y webs que muchos turistas jóvenes aprovechan esa hora para ir al balneario y organizar su particular fiesta en la piscina principal. 

Eso unido al hecho de que nuestra estancia coincidía en fin de semana, nos hizo recapacitar e ir por la mañana con el fin de evitar el algarabío que produce la embriaguez. Sobre todo para que nuestro hijo no presenciara ese tipo de turismo. Tiempo tendrá de verlo en un futuro. 

Si viajas con niños recomendamos ir al balneario Széchenyi sobre las 8:30 de la mañana que es cuando menos gente hay, así podrán disfrutar tranquilamente de las piscinas. 


✎ PRECIO DE LAS ENTRADAS


El precio de las entrada se mueve entre los 16€ y 19€. La diferencia radica en si compráis una entrada para todo el día, si es fin de semana (más caro), si queréis ir por la mañana o por la tarde, y con cabina o taquilla. 

Entradas
Días laborables
Fin de semana
Entrada diaria con cabina
6 000 Ft
6 200 Ft
Entrada diaria con taquilla
5 500 Ft
5 700 Ft
Entrada por la mañana con cabina
(06:00-08:00)
5 700 Ft
5 900 Ft
Entrada por la mañana con taquilla
(06:00-08:00)
5 200 Ft
5 400 Ft
Entrada por la tarde con cabina
(a partir de las 19h)
5 700 Ft
5 900 Ft
Entrada por la tarde con taquilla
(a partir de las 19h)
5 200 Ft
5 400 Ft
















Aconsejamos coger la entrada con cabina, ya que hay espacio suficiente para dejar la ropa de toda la familia y cambiarse con calma. Así mismo recomendamos ir provistos de chanclas, toallas y gorro para ahorrar el precio del alquiler.


✎ ¿CUÁNTAS PISCINAS HAY?


El balneario Széchenyi alberga en su interior la no menos despreciable cantidad de 20 piscinas (de interior y exterior) con aguas termales cuya temperatura es de unos 37ºC. Entre ellas hay alguna de agua fría, una de natación, otra de ocio, de aprendizaje….etc.




Desde nuestro punto de vista las mejores piscinas son las exteriores, sobre todo si hace frío, ya que nos permite bañarnos en aguas calientes mientras la temperatura ambiente es muy baja.


✎ CONSEJOS PARA IR CON NIÑOS
  • Lo primero que nos llamó la atención es que en la web del balneario Széchenyi no dice absolutamente nada sobre los niños, por lo que no podemos especificar cuál es la edad mínima para entrar. Vimos niños muy pequeños, de unos dos años.
  • El precio de la entrada es el mismo para adultos que para niños.
  • Para los niños pequeños que no sepan nadar aconsejamos llevar manguitos, ya que puede haber alguna piscina en la que no hagan pie o les cueste mantenerse.
  • Dentro del balneario se puede comprar refrescos y algo de comida.
  • Para recorrer las instalaciones con tranquilad hay que destinar unas 2 ó 3 horas. El máximo es cuestión de gustos.
  • Como hemos dicho antes, el mejor momento para ir con niños es por la mañana pronto. 

✓ VALORACIÓN PERSONAL: LO QUE POCOS CUENTAN

En algunas ocasiones las expectativas en vacaciones no salen como uno se las espera, y esta vez ha sido una de ellas. Antes de entrar a estas termas leímos muchas críticas que en su mayoría eran positivas. Las pocas negativas coincidían en que lo peor era la saturación y la cantidad de turistas que abarrotan las instalaciones, pero muy pocas hablaban sobre la calidad de las aguas e higiene general del recinto. Así que vamos a contar nuestra experiencia desde el principio.

El comienzo de la visita fue agradable, llegamos temprano y apenas había gente. Los vestuarios donde se sitúan las cabinas estaban limpias y tienen un acceso directo a la zona de las piscinas interiores. 

Cabinas en el balneario Széchenyi.
Desde nuestra cabina accedimos a la primeras 2 piscinas interiores, y después de ducharnos en las 2 duchas que disponía la sala, nos metimos en el agua. El agua estaba caliente, con cierto olor a azufre y mi primera impresión es que estaba limpia.
Nos quedamos a remojo durante unos 20 minutos, tiempo en la que llegaron unas 60 personas, y oooohhh sorpresa!!! Casi nadie se duchaba y se iban metiendo en la misma piscina que nosotros. Os recuerdo que a este balneario entran una media de 4000 personas diarias, así que ustedes mismos pueden hacerse una idea.

Después de este primer contacto fuimos a las piscinas exteriores que son la “joya de la corona”, y en esto estoy de acuerdo con la mayoría de las críticas, son una pasada. Las piscinas son inmensas y es una auténtica experiencia estar sumergido a 38 grados mientras que el exterior no superaba los 6 grados.


Pero lo peor estaba por llegar, volvimos al interior ya que después de unos 45 minutos las piscinas exteriores estaban abarrotadas. Elegimos una de las piscinas interiores más grandes y al cabo de unos minutos el olor era muy desagradable a alcantarilla. En el agua flotaban partículas extrañas que no he visto en ningún balneario de los muchos que he visitado. Y entre el olor a desagüe y la cantidad de piernas por metro cuadrado decidimos marcharnos. Por cierto, el mal olor en la piel no se me quitó hasta bien entrada la tarde.

➜ Conclusión: Importante llegar a una hora temprana para evitar masificación, centrarse en las piscinas exteriores y cubrirse con un tupido velo de las miles de personas que no se duchan al entrar.


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 Si te has quedado con ganas de más, puedes leer nuestro post "qué ver en Budapest, dónde dormir + planes para niños".

¿Tenéis alguna pregunta? ¿Queréis que os ayudemos a organizar vuestro viaje? Escribe y te contestaremos enseguida. 


Gracias por visitar Trotajoches !!!!!

2 comentarios:

  1. Oh qué pena, Alicia.
    Está bien saber estas cosas porque es lo que dices: las cosas muchas veces no se cuentan con franqueza o se esconden. No lo entiendo, porque no todo siempre tiene que ser perfecto ¿Por qué ese miedo a llamar a las cosas por su nombre?
    De cualquier forma, no se puede poner en duda que se trata de una experiencia casi irrepetible.
    Habrá que tener en cuenta todo lo que has contado.
    Un fuerte abrazo!!!

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    Respuestas
    1. Hola Macarena,
      Pues tienes toda la razón, parece que decir las cosas negativas no está de moda. Es cierto que en alguna crítica de Tripadvisor habíamos leído algo sobre la falta de higiene, pero en los blogs de viaje nada de nada...quiero pensar que quizá no se percataron de este asunto y por eso no hacen referencia alguna. El caso es que las piscinas interiores no nos gustaron mucho. Pero las exteriores están genial, merece la pena ir.
      Un abrazo,
      Alicia

      Eliminar

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